¿Qué son los buenos hábitos diarios?
Puede resultar bastante difícil mantener unos buenos hábitos diarios, ¿verdad? Sin embargo, los beneficios de optar por dar prioridad a la salud y al bienestar son tan positivos que deberíamos dedicar tiempo a priorizarlos.
Los buenos hábitos diarios pueden ayudar a prevenir el agobio, el desgaste, el estrés e incluso la enfermedad. Al fortalecer el sistema inmunitario a través del sueño, del descanso y de una vida más sana, podemos ayudar a nuestro cuerpo a combatir las enfermedades. También podemos ser más conscientes de los signos de agotamiento y estrés antes de que afecten negativamente a nuestra salud y bienestar.
Dedicar tiempo a cuidarnos con unos buenos hábitos diarios nos ayuda a reconocer cuando algo está desequilibrado o desincronizado con mayor rapidez para realizar los ajustes necesarios y evitar que el problema se vuelva crónico.1
Entonces, si los beneficios son tan grandes, ¿por qué no priorizamos la práctica de unos buenos hábitos diarios para fortalecer nuestra salud y bienestar?
A todos nos gustaría sentirnos bien, comer bien y llevar una vida sin estrés y feliz, así que ¿por qué no lo hacemos?
Porque requiere tiempo: ser disciplinado y crear una rutina parecen sumarse a la lista de tareas, y con tantas cosas en nuestras ocupadas vidas, sentimos que no tenemos tiempo para llegar a todo, así que modificamos nuestro día.
También nos resulta más sencillo suprimir las cosas que queramos porque no tenemos que rendir cuentas a nadie. Por ejemplo, puedo elegir fácilmente no correr porque no le estoy fallando a nadie, solo a mí mismo.
¿Por qué elegimos suprimir estas cosas? Porque no tenemos que rendir cuentas a nadie más que a nosotros mismos, no le estamos fallando a nadie más que a nosotros. Sin embargo, si elige no hacer un recado para un amigo, entonces le está fallando. Cuando estamos bajo presión, cambiamos nuestras prioridades en función de la facilidad.
Sin embargo, es totalmente contraproducente. Porque al final nos agotamos, nos resentimos, nos sentimos mal o simplemente somos infelices.
Por tanto, los buenos hábitos diarios deben volverse innegociables, como si estuvieran grabados en piedra solo para nosotros, para proteger y cuidar nuestra salud mental y nuestro bienestar.
¿Qué es un hábito? Empecemos por entender la naturaleza de un hábito.
El diccionario define hábito como «una tendencia o práctica establecida o habitual, especialmente una que es difícil de abandonar».
Según el American Journal of Psychology: un hábito es una rutina de comportamiento que se repite con regularidad y tiende a producirse de forma subconsciente. Desde el punto de vista de la psicología, un hábito se define como «una forma más o menos fija de fija de pensar, querer o sentir adquirida mediante la repetición previa de una experiencia mental».
Todos estamos familiarizados con algunos de nuestros hábitos cotidianos, por ejemplo, lavarnos los dientes, hacer ejercicio, ver nuestros programas favoritos. Luego están los hábitos no tan buenos, como beber, fumar o comer en exceso.
Pero ¿por qué algunos hábitos son más fáciles de abandonar que otros? Por ejemplo, a mí me encanta la tarta, pero me resulta difícil dejar de comerla porque se ha convertido en un hábito «feliz». Sin embargo, quiero salir a correr todos los días, pero este hábito es difícil de mantener y fácil de abandonar. ¿Por qué?
Charles Duhigg es el autor de «El poder de los hábitos» y ha pasado años investigando sobre este tema. Sugiere lo siguiente:
«Al parecer, el 40 % de lo que hacemos al día no son decisiones conscientes, sino hábitos. Desde cepillarnos los dientes o conducir, hasta salir a correr al llegar a casa o quedarnos tirados en el sofá. Todos son hábitos y es posible crear tanto buenos como malos. En esencia, el cerebro siempre busca ahorrar esfuerzo en la creación de nuevos hábitos, de modo que nos quede energía para realizar otras tareas. Cuando surge un hábito, el cerebro deja de participar en la toma de decisiones. Así que para cambiar un hábito, hay que enfrentarse a él».2
¿Cómo podemos encontrar tiempo para nuestros buenos hábitos diarios?
A menudo parece que nunca tenemos tiempo suficiente, ¿verdad?
Vamos de un lado para otro con prisa, estamos ocupados con cosas, pero y ¿luego qué? Al final del día, puede que sienta que no ha conseguido nada y que esté agotado y estresado por un día insatisfactorio.
La gestión del tiempo le puede ayudarle; aprender a gestionar su tiempo de forma eficaz puede ayudarle a sentirse más relajado y concentrado, y a tener el control.
«El objetivo de una buena gestión del tiempo es lograr el equilibrio en el estilo de vida que desea», señala Emma Donaldson-Feilder, psicóloga ocupacional colegiada.
«Determine cuáles son sus prioridades en la vida», comenta Emma. «Ese es el principio que le guía a la hora de emplear su tiempo y de gestionarlo».
Una vez que haya esbozado el panorama general, podrá fijar algunos objetivos a corto y medio plazo. «Conocer sus objetivos le ayudará a planificar mejor y a centrarse en las cosas que le ayudarán a alcanzarlos», afirma Emma.3
Cómo priorizar los buenos hábitos diarios
Puede resultar difícil establecer sus prioridades, así que recuerde que no tienen por qué ser fijas y que pueden cambiar, pero es importante empezar. Quizás sus prioridades sean ir al gimnasio 3 días a la semana o leer un libro al mes, aquí no hay nada bueno o malo. Son sus prioridades, así que pregúntese qué es importante para usted.
Hemos elegido 5 buenos hábitos diarios para empezar
- Cree una rutina matutina.
Empezar el día con una buena rutina matutina puede prepararle para un día positivo y productivo. Para empezar, que sea corta y sencilla, así podrá disponer del tiempo necesario para llevarla cabo todos los días. - Duerma bien.
La privación del sueño puede ser enormemente perjudicial para nuestros cerebros y organismos, por lo que debe obtener CALIDAD y CANTIDAD de sueño para su salud y bienestar general. Nuestro ritmo o ciclo circadiano es un proceso natural e interno que regula el ciclo de sueño y vigilia que se repite aproximadamente cada 24 horas. Estos procesos naturales responden principalmente a la luz y la oscuridad, por lo que hay que intentar seguir algunas prácticas sencillas, como controlar el horario de las comidas, la exposición a la luz durante el día, el ejercicio y la gestión del estrés.
«Los estudios han demostrado que los animales y los seres humanos con privación crónica del sueño tienen sistemas inmunitarios más débiles, lo que facilita que incluso las infecciones y los virus más leves entren en el organismo y causen más daños o incluso la muerte. Por tanto, mantener un horario de sueño constante es una estrategia eficaz para mejorar la inmunidad».((A healthy circadian rhythm may keep you sane and increase resilience to fight COVID-19))
3. Muestre gratitud.
La investigación ha demostrado que sentir gratitud tiene beneficios físicos, psicológicos y sociales, según un estudio de 2012 publicado en Personality and Individual Differences, que recoge Forbes.
Empiece con algo tan sencillo como pensar en 3 cosas por las que está agradecido. Puede hacerlo al despertarse o justo antes de acostarse. Es un hábito muy sencillo pero eficaz. Por ejemplo, puede ser tan fácil como escribir: «Hoy estoy agradecido por el techo que me resguarda, la comida que hay mi mesa y la familia que me rodea».4
4. Medite.
Los beneficios que aporta la meditación son diversos: puede ayudar a reducir los problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, y a manejar naturalmente nuestros niveles de estrés y enojo. Por no hablar de los efectos físicos de la reducción del dolor, y la mejora de la salud cardíaca y de los patrones de sueño.
Estos beneficios se encadenan con otros, como el aumento de nuestra inmunidad, la mejora del estado de ánimo, las relaciones sociales y el bienestar general.5
5. Pase tiempo al aire libre.
¿Cuántas veces ha salido a pasear y ha pensado: «¿No es maravilloso? Puedo escuchar los pájaros, oler el aire y sencillamente estar en paz»?
Sin embargo, pasamos tanto tiempo dentro de casa que olvidamos lo estimulante y beneficioso que puede ser para nuestro estado de ánimo.
Una investigación de la organización benéfica de salud mental MIND sugiere que:
«Pasar tiempo en la naturaleza ayuda a tratar problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. Por ejemplo, las investigaciones sobre ecoterapia (un tipo de tratamiento formal que consiste en realizar actividades al aire libre en la naturaleza) han demostrado que puede ayudar en casos de depresión leve o moderada. Esto podría deberse a la combinación de la actividad física habitual y el contacto social con estar al aire libre en la naturaleza».6
Incluso hacer una pausa adecuada para comer, ir andando al trabajo o tomarse una taza de café por la mañana en el jardín puede afectar considerablemente a su salud y bienestar. Recuerde que tiene que funcionarle a usted y que tiene que ser un hábito que pueda incorporar fácilmente a su vida diaria.
Entre nuestras ajetreadas vidas y los imprevistos que surgen, una de las primeras cosas que dejamos de lado son los aspectos adicionales que no siempre consideramos importantes; nuestros hábitos diarios no son una excepción. PERO deberían ser la excepción.
La realidad es que los buenos hábitos diarios son lo último que deberíamos eliminar de nuestro día.