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Mantenerse activo en casa

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Todos sabemos que el ejercicio es bueno para nosotros. Aparte de los evidentes beneficios para la salud, ya sea a la hora de controlar el peso o mantenerse en forma, que aporta hacer ejercicio, también se ha demostrado que ayuda a mejorar el sistema inmunológico y la salud mental.1 Por lo tanto, si no forma parte de su rutina diaria, es el momento de incorporarlo y convertirlo en un hábito.

Pero antes de ahondar en el «cómo», centrémonos brevemente en el «porqué». ¿Qué intenta conseguir? ¿Su objetivo general es mantenerse en forma, perder peso o controlarlo, o bien mejorar su estado de ánimo? Mantener la actividad cardiovascular es bastante sencillo. Solo necesita moverse de manera que su pulso se eleve. Puede hacerlo caminando, corriendo, andando en bicicleta o simplemente subiendo y bajando escaleras.

¿Entrenar en casa funciona?

Si le interesa una rutina de ejercicio más intensa que caminar, correr o andar en bicicleta, es posible que se pregunte si el ejercicio en casa puede ser tan eficaz como en un gimnasio. Para algunos, la idea de ir al gimnasio puede ser desalentadora, así que entrenar en casa resulta ideal para ellos. Pero, para otros, la idea de contar únicamente con la automotivación es igual de desalentador. En cualquier caso, le alegrará saber que, cuando no hay alternativa, hacer ejercicio en casa puede ser igual de eficaz. Y, además, es mucho más barato.

Entrenamiento de gimnasio en casa con o sin equipamiento

Puede que tenga la suerte de tener ya un gimnasio en casa o puede que esté pensando en improvisar uno comprando el equipamiento necesario. Si este último supuesto es la opción que baraja, adelante. Es fácil dejarse llevar, pero compre solo lo que sepa que realmente va a utilizar.

Sin embargo, otras personas no pueden permitirse el desembolso que supone la adquisición de equipamiento profesional. Aquí es donde la creatividad y la improvisación juegan un papel fundamental. Por ejemplo:

  • Llene botellas de agua para usarlas como pesas, o bien puede usar sacos de patatas o cajas de detergente en polvo.
  • Una silla robusta es ideal para hacer sentadillas (siempre que no se resbale y esté colocada de forma segura).
  • Puede usar las escaleras para hacer step.
  • Con dos toallas puede improvisar una esterilla.

Asegúrese de tener suficiente espacio y, por supuesto, cualquier equipo improvisado debe ser resistente y seguro.

En Internet puede encontrar cientos de ideas y programas de ejercicio para que los siga en casa, pero asegúrese de que está siguiendo las indicaciones de profesionales. Recuerde que calentar y estirar los músculos antes y después de hacer ejercicio es tan importante en casa como lo es en el gimnasio. Por ejemplo, es posible que no sea una buena idea seguir una clase muy avanzada de aerobic durante la hora del almuerzo.

Evitar lesiones es igual de importante. Por ejemplo, elija un entrenamiento que se adapte a sus necesidades y conozca la técnica antes de comenzar.

Clases de ejercicio virtuales en casa

Ya se trate de danza africana, bodyattack™, clubbercise®, zumba o el clásico yoga, encontrará una clase virtual perfecta para usted. A algunas personas les resulta más fácil motivarse si siguen una clase virtual, especialmente si es de las que obligan a salir de la zona de confort, cuando, por cuenta propia, hubiera resultado fácil darse por vencido. Uno de los (muchos) beneficios es que nadie podrá verle, de modo que no importa si no le sale tan bien como le gustaría.

¿Por qué no aprovechar la oportunidad para reunir a su familia? Hacer ejercicio con sus hijos o con su pareja puede ser muy divertido y, probablemente, añadirá una pizca de competitividad, que siempre es buena. Si vive solo, puede organizar su propia clase de ejercicio virtual en grupo. Haga que sus amigos se unan a través de una videollamada. Pueden seguir una aplicación o clase en línea y entrenar juntos.

Otras formas de mantenerse activo

Recuerde, hay muchas maneras diferentes de mantenerse activo aparte del gimnasio o las clases. Caminar, correr y andar en bicicleta son excelentes formas de hacer ejercicio. Pero estas no son las únicas formas en las que puede incorporar actividad aeróbica en su día a día. ¡Las tareas de la casa son otra forma! Después de todo, hacer limpieza general o pasar el aspirador son excelentes maneras de aumentar el ritmo cardíaco y de quemar calorías.

Y no hace falta que el ejercicio sea aeróbico. ¿Por qué no intenta incorporar la terapia ecológica (terapia natural o la terapia floral (conciencia floral) en su paseo diario para reducir el estrés y gestionar su salud mental? Estas dos terapias son conocidas por sus beneficios para nuestro bienestar holístico, algo para lo que todos debemos sacar tiempo. 

Mantener la concentración trabajando desde casa

Uno de los principales problemas si trabaja desde casa, sea por el motivo que sea, es que su hogar se convierte en su lugar de trabajo y, por lo tanto, por definición, puede ser difícil desconectar. En algún momento, todos hemos revisado nuestro correo electrónico antes de cenar o, incluso, en la cama, lo que puede interferir con la relajación y el sueño.

Una buena idea sería estructurar el día de la misma manera en que lo haría si estuviera trabajando en un entorno diferente. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero trate de hacerlo de así y, siempre que sea posible, intente dejar las tardes libres para relajarse. Es importante que nos aseguremos de hacer descansos regularmente. Levántese y estire las piernas, si puede, al menos una vez cada hora. Los estiramientos de cuello y hombros son especialmente útiles si no se encuentra en un lugar de trabajo debidamente habilitado.  La fatiga de tomar decisiones es un fenómeno reconocido y con el que se puede lidiar fácilmente si se hacen pequeños descansos.

Así pues, no lo posponga: mantenga su concentración y su energía. Le sorprenderá lo diferente que se va a sentir.

  1. https://www.sciencedaily.com/releases/2020/03/200331162314.html []