La calidad de los alimentos es importante en el control del peso
¿Por qué es más importante la calidad que la cantidad con respecto a sus hábitos alimentarios?
A la hora de controlar el peso, todos sabemos que existe un vínculo entre las calorías y el peso, y la mayoría aceptamos que hay una fórmula matemática de «ingesta de calorías frente a quema de calorías».
No obstante, teóricamente, esto significaría que podría consumirse una dieta rica en azúcar y carbohidratos refinados, y mantener el mismo peso que si se tomase el mismo número de calorías provenientes tanto de proteínas magras como de verduras de hoja verde y grasas saludables. Sin embargo, no todas las calorías son iguales, por lo que su calidad es tan importante como la cantidad, si no más.
Aparte de los obvios beneficios para la salud de comer acorde con la segunda opción, tales como un mayor consumo de vitaminas y minerales y una mejor calidad general de los alimentos, existen otros factores en juego que hacen que esta ecuación matemática sea un poco más complicada.
Si bien es cierto que «una caloría es una caloría», investigadores del Departamento de nutrición de la Harvard School of Public Health han demostrado que la calidad es tan importante como la cantidad en lo que respecta a su peso.1
El estudio se realizó a lo largo de dos décadas y examinó a más de 120 000 hombres y mujeres sanos. Los resultados mostraron que no solo el número de calorías provocaba los cambios de peso, sino también la calidad de las calorías consumidas. Se ha demostrado que las calorías de los alimentos procesados con mayor contenido en almidones, grasas, cereales refinados y azúcares son más responsables de los aumentos de peso que las calorías que se obtenían de otras fuentes. Además, se ha demostrado también que hay un grupo de alimentos que se asocia con seguir una dieta equilibrada: verduras, cereales integrales, frutas, frutos secos y yogures.
Los hallazgos demuestran la importancia de tomar decisiones acertadas en cuanto a la calidad de los alimentos consumidos.
El papel de la genética y el estilo de vida
Tanto su estructura genética como el entorno que le rodea pueden influir en el volumen de calorías que consume y utiliza como energía, y en cuántas de estas se almacenan. Su fisiología puede afectar a la velocidad con la que su organismo quema calorías y a su gasto energético en reposo, al igual que la combinación de alimentos que consume. Estos factores se determinan en los genes desde el momento de la concepción y siguen presentes a lo largo de la vida; un estudio de la Harvard Medical School afirma que hay más de 400 genes diferentes asociados con las causas del aumento de peso.2 Estos genes pueden desempeñar diversos papeles, desde aumentar el apetito hasta determinar el metabolismo, y controlar o causar los antojos de alimentos.
Mientras que la genética abarca los factores internos que provocan cambios en su cuerpo, los factores externos vienen determinados por las influencias ambientales: los niveles de estrés y hábitos como ver la televisión en lugar de hacer ejercicio pueden jugar un papel importante a la hora de llevar un estilo de vida saludable. Incluso el sueño puede ayudar a mantener un peso saludable; muy poco sueño puede perturbar las hormonas que mantienen el hambre y el apetito bajo control.3
En definitiva, existe un fuerte vínculo con la calidad de los alimentos que consume a la hora de controlar su peso. Aunque supervisar la ingesta de calorías es una buena forma de asegurarse de mantener un peso saludable, la importancia de la calidad de los alimentos no puede pasarse por alto. Una dieta saludable compuesta por frutas, verduras, frutos secos, grasas saludables y proteínas magras permitirá a su cuerpo controlar el peso de una forma mucho más eficaz.