Practique el decluttering para reducir los niveles de estrés
Por qué debería probar el decluttering para reducir sus niveles de estrés
Todos sabemos lo bien que sienta abrir un armario y poder ver con facilidad todo lo que contiene o sentarse en un escritorio que no está lleno de papeles. Por otro lado, ¿recuerda la última vez que entró a la cocina después de que alguien hubiera estado cocinando y lo dejara todo lleno de ollas y sartenes sucias?
¿Cómo le hizo sentir esa cocina caótica? Para muchos de nosotros, esa escena (incluso solo pensar en ella) puede crear ansiedad y estrés. Sí, sabemos (o al menos esperamos) que quien haya sido lo ordenará y lo limpiará todo, pero el desorden genera un momento muy tenso que puede demandar de usted un alto grado de control del estrés hasta que se resuelve.
¿Cómo ayuda el minimalismo a controlar el estrés?
En los últimos años, el minimalismo se ha mantenido como tendencia principal. Los programas de televisión incluyen personas que se mudan a casas más pequeñas o que se deshacen de gran parte de sus pertenencias materiales. Las cuentas de redes sociales se centran en consejos para disminuir nuestras pertenencias.
No es de extrañar que haya un mayor nivel de satisfacción asociado a tener menos «cosas». Desde un punto de vista evolutivo, nuestros antepasados tenían muchas menos posesiones que nosotros: un hogar caótico lleno de «cosas» contribuye a nuestra propia desorganización.
Esto puede sumarse al hecho de que las «cosas» son una carga mental más. Sí, podemos adorar un suéter o una obra de arte colgada de la pared, pero cuando generamos apego a tantos objetos diferentes, ¿es ese apego saludable para nuestra alma? ¿Son las «cosas» lo que realmente deberían suscitarnos ese afecto, en lugar de las personas, las relaciones y nuestro propio bienestar?
Los expertos en educación parental han comenzado a destacar la necesidad de que los niños tengan menos cosas y menos actividades y, en su lugar, centren su energía en el juego ininterrumpido y no estructurado.1
No ordene: practique el decluttering
¿Cuántas de sus pertenencias en casa no utiliza nunca o casi nunca? Pasar un fin de semana revisando sus cosas para determinar si realmente las necesita o las quiere puede ayudarle a minimizar sus pertenencias y sus niveles de estrés. Si no soporta la idea o no sabe por dónde empezar, puede contratar a un organizador profesional para que le ayude a clasificar y categorizar todas las cosas, o que lo haga por usted.
¿Desprende felicidad?
La famosa Marie Kondo escribió primero un libro y luego apareció en un programa de televisión de renombre internacional en el que trabajaba con distintas personas para clasificar sus cosas.2 Lo bonito del programa es que se trataba de personas corrientes, no personas que acumularan cosas más allá de lo normal debido a una mentalidad concreta. Muchos de nosotros podríamos vernos reflejados en las personas que aparecen.
Armarios cápsula
Los armarios cápsula han sido tendencia en el mundo de la moda ética y ecológica durante los últimos años. La premisa básica es crear un pequeño armario lleno de ropa de alta calidad que no pase de moda y en la que todas las prendas combinen. Las cuentas de Pinterest, de Instagram y los blogs son lugares fantásticos en los que buscar para empezar. Algunos armarios son tan pequeños que contienen diez prendas para su uso durante todo el año.
Si deshacerse de ropa hasta quedarse con una docena de prendas le parece demasiado, o si no le gusta la idea de tener solo un par de colores de ropa en el armario, puede considerar realizar otra actividad. De forma similar a la práctica de Kondo, en la que se pregunta si el objeto «desprende felicidad», pruébese cada prenda de ropa y mírese en el espejo para comprobar si lo hace. Podemos ver una falda o chaqueta de vestir en la estantería y adorarla. Pero, ¿nos gusta cuando nos la vemos puesta? Si no desprende felicidad, póngala con la ropa para donar.
Salga menos
Simplificar nuestra vida social puede ser una tarea abrumadora, aunque a muchos de nosotros nos pueda preocupar lo contrario, la soledad. Sin embargo, realizar un inventario de nuestros compromisos sociales y amistades puede despejar nuestro calendario para realizar actividades más enriquecedoras para el alma (¿alguien con ganas quedarse en casa y leer a la luz de las velas?) y ayudarnos a centrarnos en las relaciones que realmente reducen nuestros niveles de estrés y alimentan nuestra alma. Una idea es salir solo una o dos veces durante la semana laboral. Si ponemos un límite, seremos más selectivos a la hora de elegir dónde ir y a quién ver.
Una actividad extracurricular por persona (o niño)
Los niños de todas las edades, pero especialmente los más pequeños, necesitan juegos no estructurados e ininterrumpidos.3 Esto les permite un espacio para crear e imaginar con sus juguetes (o artículos para el hogar, o la naturaleza, o las cajas en las que venían los juguetes) sin que un adulto entre y plantee sus expectativas sobre el niño. Cuando un adulto da un objeto (juguete, herramienta, etc.) a un niño y le indica o le muestra cómo usarlo, el niño está limitado por estas reglas. Sin embargo, por su cuenta podrá descubrir diferentes maneras de usarlo o jugar con él.
Ojos que no ven, corazón que no siente
Puede ser difícil saber si debemos conservar algo que utilizamos quizá una o dos veces al año. Tome como ejemplo el juego de fondue que le regalaron en su boda o la heladera que compró hace varios veranos con la determinación de preparar postres. ¿Realmente los necesita?
Cree un recurso compartido con la comunidad
Si tiene una buena relación con algunos de sus vecinos o con un grupo de amigos muy cercano, comente la idea de que algunos elementos sean propiedad del grupo. Intercambie el uso de ese juego de fondue o de la heladera con quien participe en el grupo. Es posible que ellos tengan algo que le gustaría usar también ocasionalmente, pero no lo suficiente como para justificar su compra. Quizá pueda utilizar la escalera de varios tramos de alguien para la limpieza anual de los canalones del techo. O bien, puede dar uso al mantel de encaje de alguien para esa cena especial que celebra en casa una vez al año.
Intente pensar en el acto de minimizar no tanto como quedarse sin algo sino como deshacerse de cosas para sentirse mejor a largo plazo. Se podría considerar como un ayuno intermitente del materialismo. Las personas que practican el ayuno intermitente aseguran que el cuerpo humano evolucionó y prosperó durante épocas de hambre prolongada que vinieron seguidas de saciedad. No siempre había abundancia de comida, especialmente de azúcar y dulces. Del mismo modo, nuestros antepasados vivieron con menos cosas para poder centrar su energía (y sus recursos) en necesidades más importantes.
A la hora de controlar el estrés, tener menos «cosas» podría ser la clave.